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La poesía es un acto político porque implica decir la verdad.

June  Jordan

Enfoque

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llegaste empapado
era la madrugada
y dejé de creer en vos
chorreaba tu camisa y destilaba
olor a alcohol
eras una bola de agua sucia
y la estúpida reincidencia del amor
¿hasta dónde?
¿hasta cuándo?
ya está
lloviendo otra vez

Juana Roggero

Enojo

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Cada día más
mi tristeza
se pone tu nombre
y a caballo de mi voz
sale a buscarte

Ioshua

Harta

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En dos horas Maia se va a levantar
Cierro el cuaderno y vuelvo a la cama
Dos mujeres se despiertan juntas
El mundo sabe lo que costó.

Westonia Murray 

Amigas

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me pasaron otras cosas

uno es tan específico que se lo olvida

miramos a los demás como si fueran comunes
¿pero qué significa? eso, ¿qué significa?

Malén Denis

Tajo

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la perturbadora
la desordenadora de los sexos
la transgresora

Hablo la lengua de los conquistadores
pero digo lo opuesto de lo que ellos dicen.

Cristina Peri Rossi 

Copia

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mi abuelo,
mis novios,
mis hermanos,
vi sus cabezas llenas de grandes ideas
como un plato de comida que rebalsa,
lustré desde chica esos cráneos,
soy el placebo de tranquilidad
con el que después brillan fuera de casa.
¿Para eso caí en este mundo?
Como bolas de bowling enormes y pesadas,
podría encerar y pulir sus labios,
mi madre pasó la vida entera haciéndolo:
la cabeza de él en altas ceremonias,
la corona de flores tejida por ella
delante de sus jefes,
delante de su maestro,
delante de su propio padre
Vi la inclinación que tienen estos hombres al afirmar,
el mentón hacia abajo, rozando el cuello, cuando dicen:
sí, señor
¿Alguna vez agradecieron el pecho materno,
la comida siempre lista cuando llegan a sus casas?
Estoy cansada de ser la otra del éxito,
estoy cansada de esos hombres,
quiero brillar,
no ser la luna que resplandece
con luz ajena.
Podría arrojar con fuerza una por una sus cabezas,
mis dedos apretando su nariz y su boca,
deslizándose con gracia por el suelo encerado
y pulido de la pista de bowling,
podría verlos estrellarse contra los palos
derribándolos con dolor,
pero manteniendo la sonrisa imperial
de quienes creen -como en una guerra- que han vencido,
que ahora son mejores que antes,
pero después vuelven hacia mí y los lanzo de nuevo.

Luciana Reif